Las artes adivinatorias existen desde el comienzo mismo de la existencia humana.
Desde siempre, el Ser humano ha intentado adivinar el futuro con formas de lo más pintorescas.
Aunque, ahora mismo, solo quedan los más populares, como, por ejemplo:
La Cartomancia: adivinación por medio de naipes, como el Tarot (aunque es mucho más que eso), la Baraja española u otras.
La Astrología: que, aunque es mucho más, es utilizada también con fines adivinatorios.
La Quiromancia: consiste en adivinar por medio de los pliegues y los abultamientos de la mano.
La Podomancia: la misma técnica por lsa líneas de los pies.
La Tesomancia: adivinación por las hojas del te y su disposición en la taza cuando se ha consumido el líquido.
La Cafeomancia: es la misma técnica, pero con los posos del café que quedan en el fondo de la taza, una vez consumido.
Las Runas: se utilizan rodajas de madera de la rama de un árbol en la que se han grabado con sangre las formas de las runas vikingas o celtas. Aunque también se utilizan grabadas o pintadas en piedras.
La Radiestesia: forma de adivinación que conlleva una parte científica. Se usa un péndulo, unas varillas metálicas o una vara en forma de horquilla de la rama de algún árbol, en especial el avellano. Se utiliza frecuentemente para encontrar agua, objetos o personas perdidas.
La Litomancia: utiliza los minerales y, también los cristales, para la adivinación, de muy diversas formas. Tanto por vibración, como por la forma en la que caen y se amontonan.
La Cristalomancia: se usan para obtener una especie de visión en los cristales. La más utilizada es la bola de Cristal, aunque también se usan espejos y, tradicionalmente, en ocultismo, el espejo oscuro.
La Ovomancia: se usa un huevo para la adivinación, de muy diversas formas. La más habitual, echar la yema de un huevo fresco en agua y se observa la forma que toma al cabo de un rato.
La Ceromancia: se interpretan las formas que toma la cera derretida de las velas al arder.
Pero han existido cientos de mancias antiguas. La mayoría de las cuales ya no se utilizan.
Aquí tienes algunos ejemplos:
La Oliomancia: se utiliza el comportamiento de los perros o lobos para vaticinar el futuro.
La Felidomancia: Misma técnica, pero con los gatos.
La Aracnomancia: Lo mismo, pero con arañas.
La Geomancia: ésta se hace por medio de la mismisíma Madre Tierra. El Geomante recibe mensajes de ésta. Otra forma es la utilización de la arena y la forma en que cae.
La Aleuromancia: la técnica es la misma que las anteriores, pero se hace con harina. Se interpretan las formas de la harina echada sobre una superficie.
La Tiromancia: forma de adivinación usada por los antiguos griegos, basada en el queso, sobre todo los agusanados.
La Cleidomancia: se utiliza una llave a modo de péndulo.
La Xilomancia: se usan las ramitas caídas de los árboles y se interpretan las formas que forman en el suelo.
La Acutomancia: se utilizan objetos puntiagudos como alfileres, agujas y en ocasiones, cuchillos o espadas.
La Aeromancia: adivinación por el viento y la forma en como éste mueve las nubes.
La Abacomancia: se usa un ábaco (especie de calculadora de bolas de origen chino) para la adivinación.
La Actinomancia: se adivina por medio de la observación de las estrellas en el cielo.
La Aritmomancia: Más conocida por Numerología. Aunque la numerología es toda una ciencia ocultista, como forma de adivinación es una ciencia menor.
La Botanomancia: se utilizan las plantas de maneras muy diversas para la adivinación.
La Caromancia: en la que el adivinador habla en una especie de trance hipnótico.
La Cleromancia: se usan los dados como forma de adivinación, una variante de la Aritmomancia, mezclada con azar.
La Piromancia: existen dos variantes. La que interpreta las llamas y los colores de éstas que se van formando en una hoguera y las formas que dejan las cenizas al consumirse.
La Oseomancia: se usan huesos de animales, generalmente la taba o hueso de la rodilla, pero otros huesos pequeños también.
La Grafomancia: nada que ver con la grafología. Utiliza la escritora del consultante para la adivinación.
La Gramatomancia: consiste en elegir al azar letras del alfabeto y formar palabras o frases con sus combinaciones.
La Hidromancia: tiene como base el agua. Se interpreta de muy diversas formas, tanto en manantiales, cascadas o agua estancada.
La Lecanomancia: se utilizan diversos recipientes de contenido como copas, vasijas, jarras, etc.
La Libanomancia: se interpretan las formas del humo del incienso cuando se quema.
La Necromancia: es una especie de mediumnidad en la que la respuesta la dan los muertos a los que se invoca
La Onicomancia: Hay dos variantes, la que se fija en la forma de las uñas de las personas y otra en la que se interpreta la forma que toman las uñas cortadas en el suelo.
La Oniromancia: interpretación de los sueños para adivinar el futuro.
La Ornitomancia: interpreta el vuelo y los sonidos que emiten las aves en vuelo
La Kelifomancia: adivinación por medio de conchas de animales y caracoles. Se usan en diferentes culturas de formas diversas.
La Omfalomancia: se interpreta el futuro del recién nacido por los nudos que forma su ombligo.
La Ofiomancia: se usan serpientes para la adivinación.
La tlachixcahuillimancia: Interpretación de las formas en como caen los granos del maíz que se llama tlachixcahuilli en lengua Nahuatl.
La Alfitomancia: se usaba para determinar la inocencia o culpabilidad, administrando al sujeto una mezcla de hierbas tóxicas.
La Alomancia: se usa utilizando un puñado de sal.
La Antropomancia: se interpretaban las vísceras de una persona sacrificada para ver el porvenir de la sociedad. La utilizaban los egipcios y los griegos entre otros.
La Belomancia: se usaba la interpretación del vuelo de las flechas.
La Metopomancia: Adivinación del futuro de una persona, por medio de la interpretación del significado de las arrugas y líneas de su rostro.
La Aruspimancia: Adiniación por medio de las vísceras de los animales sacrificados. Generalmente Aves.
Existen cientos de mancias más, pero estas han sido las más comúnmente utilizadas a lo largo de la historia.