¿Alguna vez te has preguntado si todos los Papas que han pasado por el Vaticano fueron realmente hombres santos, inspirados por el Espíritu Santo, o si algunos simplemente fueron excelentes estrategas del poder, cuando no auténticos villanos con tiara? Pues prepárate porque lo que viene no es catequesis. Aquí no vamos a hablar de milagros ni de beatificaciones, sino de las luces y sombras (sobre todo sombras) que han acompañado al papado desde sus inicios. Y sí, también te contaré quiénes son los cinco Papas mejor considerados… pero lo que realmente nos interesa, entre tú y yo, es quiénes fueron los peores, los que mancharon de escándalos, sangre o lujuria la túnica blanca del vicario de Cristo.

Vamos a ello.


¿Por qué importa quién fue un “buen” o “mal” Papa?

En teoría, el Papa es el sucesor de San Pedro, el portador de las llaves del Reino, el referente moral y espiritual de más de mil millones de personas. Pero en la práctica, también ha sido –y sigue siendo– una figura de poder político, un gestor económico de un Estado con cuentas offshore, y en ocasiones, un actor silencioso en guerras, pactos, traiciones e inquisiciones.

Y claro, como toda institución con tanto poder durante tantos siglos, el Vaticano ha tenido de todo: santos, genios, corruptos, déspotas, asesinos, mujeres disfrazadas de hombre (sí, también te hablaré de eso en el segundo artículo si me dejas)… en fin, material para series de Netflix.


¿Qué criterios seguimos para decir quién fue un buen o mal Papa?

Vamos a ser justos (pero también maliciosos, que es más divertido). Hay muchos criterios para juzgar a un Papa:

  • ¿Reformó la Iglesia para bien?

  • ¿Defendió a los pobres o favoreció a los nobles?

  • ¿Fue pacifista o belicista?

  • ¿Vivió con austeridad o se bañaba en oro?

  • ¿Protegió a los débiles o quemó herejes?

  • ¿Mantuvo la fe o coqueteó con la superstición?

Y por supuesto, nos basaremos en dos visiones complementarias:

  • La historia oficial: la que cuentan los libros de texto, los documentos vaticanos y los biógrafos papales.

  • La historia secuestrada: esa que apenas se susurra, que incomoda, que ha sido ocultada o deformada.


Los 5 Papas mejor considerados de la historia (según a quién le preguntes)

1. Juan XXIII (Angelo Roncalli) – El Papa “bueno”

Sí, se ganó ese apodo. Concilio Vaticano II, apertura, ecumenismo, simpatía. Era un hombre de campo que no hablaba como teólogo, sino como abuelo. Rompió moldes. Para muchos, inició el camino hacia una Iglesia moderna.

¿La sombra? Fue diplomático en Bulgaria y Turquía durante el Holocausto. Algunos le acusan de saber más de lo que decía sobre los crímenes nazis. Nada confirmado, pero ahí queda.

2. León I “el Grande” – El diplomático romano

Vivió en pleno siglo V, cuando los bárbaros hacían turismo en Roma. Convenció a Atila el Huno de no arrasar la ciudad. Una mezcla de orador, político y santo.

¿La sombra? Combatió con dureza las herejías… a veces confundiendo diferencia teológica con peligro real. Hombre de su tiempo.

3. Gregorio I “el Magno” – El que inventó el Purgatorio

Monje benedictino, reformador litúrgico (el canto gregoriano viene de él), caritativo, gobernante eficaz. No se puede negar que tenía cabeza y corazón.

¿La sombra? Defendió la idea del Purgatorio, que luego se usó durante siglos como excusa para vender indulgencias. ¿Fue sin querer? Quizá.

4. Inocencio III – El maquiavélico santo

Un genio político. Organizó cruzadas, controló reyes, reafirmó el poder del Papado como nunca antes. El Vaticano como potencia nació con él.

¿La sombra? Cruzada contra los cátaros. Miles de civiles masacrados en nombre de la fe. Un santo… muy sangriento.

5. Francisco I (Jorge Bergoglio) – El Papa de los titulares

Carisma, cercanía, frases virales. Ha hecho limpieza (o eso parece) en la Curia, ha hablado de cambio climático, ha mostrado cercanía a temas polémicos como la homosexualidad, el aborto o la pederastia.

¿La sombra? Muchos dicen que su reforma es cosmética. Que no se ha enfrentado de verdad al ala ultraconservadora. Otros lo acusan de populista.


Los 5 Papas peor considerados de la historia (y con razón)

1. Alejandro VI (Rodrigo Borgia) – El rey del escándalo

Corrupción, nepotismo, banquetes orgiásticos, asesinatos políticos… y todo eso mientras era Papa. Sus hijos ilegítimos eran tratados como príncipes. Su hija Lucrecia era moneda de cambio en alianzas.

¿La sombra? No es una sombra, es una tormenta. Su papado fue puro poder sin disimulo. Pero a nivel político fue eficaz. ¿Es eso redención?

2. Juan XII – El “Papa adolescente”

Subió al papado con 18 años. Prostitutas en el palacio papal, rituales paganos, violencia. Fue acusado de invocar a Júpiter y Venus.

¿La sombra? Vivió como un emperador romano decadente. Murió asesinado en plena faena con una mujer casada. Literal.

3. Esteban VI – El del juicio al cadáver

Desenterró el cuerpo de su antecesor Formoso, lo vistió de Papa, lo sentó en un trono y lo juzgó por “usurpador”. El cadáver fue declarado culpable y arrojado al Tíber. Y no, no es broma.

¿La sombra? Está todo documentado. Un caso de locura política y espiritual. Fue asesinado poco después.

4. Benedicto IX – El Papa tres veces

Fue Papa tres veces (sí, fue echado y vuelto a poner). Vendió el papado como si fuera un mueble. Era joven, corrupto, amante del lujo. Suena más a culebrón que a papado.

¿La sombra? La Iglesia tardó siglos en admitir este escándalo. Y aún se le menciona en listas oficiales sin sonrojo.

5. Sergio III – El fundador de la pornocracia

Subió al trono tras mandar asesinar a su antecesor. Su amante, Marozia, gobernó Roma desde la cama papal. Juntos iniciaron una era llamada “la pornocracia”.

¿La sombra? No solo no ocultaron su relación, sino que promovieron a su hijo como futuro Papa. Lo lograron: Juan XI. Bienvenidos a la dinastía papal.


¿Por qué la Iglesia permite que se sepa todo esto?

Porque en realidad no lo permite. Muchos de estos episodios han sido enterrados en archivos, suavizados por historiadores eclesiásticos o disfrazados de leyenda. Pero en la era de la información, todo sale. Incluso los secretos del Vaticano. Aunque ojo, a menudo lo que parece escandaloso está bien documentado. No es teoría conspirativa, es historia.


¿Y tú? ¿Cuál Papa elegirías para gobernar el mundo?

¿Uno carismático y progresista como Francisco? ¿Uno maquiavélico y brillante como Inocencio III? ¿O quizá uno caótico y teatral como Benedicto IX, solo para ver arder el mundo?

La historia papal no es lineal ni limpia. Está llena de barro, sangre, incienso, oro, gritos, cánticos, secretos y silencios. Y cuando crees que ya lo has visto todo, aparece otro Papa que resucita viejas tensiones o abre nuevas esperanzas.

Pero una cosa está clara: si creías que el trono de San Pedro era para santos, es porque aún no has leído toda la historia. Especialmente, la secuestrada.

Scroll al inicio